Este es uno de esos escritos que hubiese deseado retrasarlo muuucho más, pero la vida es la vida y como empieza termina…Lo escribí hace un año… estaba en Sevilla… y recibí la noticia… estaba fuera y tratándose de Labordeta tuvo que ser La Torre del Oro y el Puente de Triana y un buen vino el lugar que me lo inspiró. No consideré que era el momento de publicarlo…eran tantos los que lo echaban de menos que preferí retrasarlo…para ahora recordarlo… además, como pocas veces, esa noche estaba verdaderamente emocionado…era septiembre.
… y es que me sale de dentro: de “entre pecho y espalda”, como nos solía definir tu gran paladar al degustar los platos de la gastronomía más popular cuando mochila al hombro nos llevaste por lo más hermoso de los pueblos de España… porque era y es como si viajáramos junto a ti, como si nos quedáramos embelezados escuchando tu prosa instruida y culta con tonos de como cariñosamente te llamaban por casa: “el abuelo”…y porque entre otras muchas cosas te debemos el arte de elevar a modo de verso y proclama el calificativo dirigido a aquel malcriado y engreído diputado de la derecha que amparado con los de su bancada te increpaba con distintas chuflainas…
Leo en distintos artículos que con ocasión de tu partida han copado tantos espacios como hace tiempo no percibía… prueba de que llegabas a mucha gente; por que esa era tu esencia, la de profesor, la del maestro… una en concreto; que me dejó paralizado como casi todas las cosas tuyas cuando me llegaban… hablando de tu paso por el Hierro; mi primera residencia en Canarias e isla de mis ancestros por la rama materna del Pinar…y decía con motivo de las fiestas de la bajada creo y leo que de 2001 cuando nos dices:
…Me refiero al árbol del Garoé, al faro de Orchilla, a las increíbles sabinas, a las pétreas formaciones que, mirando al levante, se aúpan sobre la mar como gigantes agonizantes y destruidos atlantes vencidos por la mar y el olvido. Y también, cómo no, a la Virgen de los Reyes, allí en su Santuario, solitaria durante cuatro años y un día, alzada en hombros, bajada hasta Valverde entre danzas, toques de tambor y batir de chácaras enormes. (entiendo un pequeño lapsus con las de la gomera…)
…los grandes símbolos de esta entrañable isla del Hierro, están solos, solitarios, aislados cada uno en una puntita alejada como queriendo sobrevivir en una tierra en la que es duro tirar hacia delante.
Y yo mucho antes… cuando niño, recuerdo un sonido musical que mantenían en la memoria las gentes de sus antepasados en tierras herreñas cuando iban a los campos a trabajar de mañana y que yo inmediatamente relacioné con esos preciosos amaneceres en los campos viejos o rumbo a los llanillos o la crucita de martín (distintos parajes del Municipio del Pinar)… o las paredes y la nostalgia que da ver amanecer en la meseta de Nisdafe cercano a San Andrés en la comarca de Asofa del Municipio de Valverde o la bruma bajando por los caminos rumba al Golfo en el Municipio de Frontera… y nostalgia de tantos que partieron a otra tierras… que me sonaron a las ALBADAS… pero mucho más a tu albada guerrera… Adiós a los que se quedan… y a los que se van también… adiós a Huesca y provincia a Zaragoza y Teruel… por que por aquellos tiempos que no son tan lejanos la luz eléctrica empezaba al oscurecer con el molino y terminaba a eso de la media noche…el correo se cantaba en las Paredejas (barrio del Pinar)… y el teléfono para conferencias en el mismo correo y lugar…
Y supongo que por eso entre otras cosas eres culpable de mi pasión por Aragón… cuando pasa un tiempo, que no me acerco por tan entrañables tierras, no las echo de menos, porque todas tus canciones… tus poesías… me acompañan y es raro el día en que no entono cualquiera de tus magníficas composiciones… que me hacen volver al entorno de la depresión del Ebro… a Huesca… y su campana…Ciudad que me puso siempre los pelos de punta (incluidos los de la cabeza en alguna ocasión y pintados de colores) y donde tantos momentos inolvidables he pasado en mis breves estancias… no puedo estar en Huesca y dejar de acercarme a tocar, a sentir… las piedras de Loarre, del Castillo mágico de Loarre… que tanta historia transmite… por donde pasaron tantas culturas y se perdieron tantas vidas… a poco camino regocijarme con el reino de los mallos de riglos, donde los buitres y los escaladores compiten mano a mano por coronar su majestuosidad… Guara, la sierra y su río Gállego… esconden tantos recuerdos, historia y aventuras que se te pone la piel de gallina ante el magnífico atardecer subido a cualquier parte de su entorno; y que por cierto, en el entorno del río admirando los alevines me traje el recuerdo de una pierna fuera de juego mientras caminaba admirando los lugares donde había estado el jabalí en la noche y que junto a mis compañeros “pajareros”… sobre todo a mi colega en la formación: Miguel; biólogo apasionado en anillar aves rapaces y carroñeras… caminábamos incansablemente para poder observar en sus repisar los padres y los pollos de los buitres en su entorno al igual que en los comederos habilitados… donde el cuello nos dolía a la espera de poder divisar al majestuoso quebrantahuesos que nos brindó algunos pases a modo de compensación… Luego, degustando las castañas de Adahuesca todo se alivia… y si al día siguiente nos vamos a la colegiata donde antes de seguir observamos los amuletos con patas de gorrinos, liebres y otras… atesorándonos de chocolate, Chocolate en tierra adentro… en las casas y una cervezas para los que no nos atrae eso de bajar al barranquismo mientras esperamos a los aventureros de las aguas, aprovecho para el palique con los del lugar… y a tomar vinos en Barbasto… que más podemos pedir… Si hablara de ese Teruel que nos mostrabas en tus recitales, en tus discos… no tendría espacio ni en la plaza del torico… o en Zaragoza… que siempre me toca con calor y es insoportable… Y todo eso, antes de verlo, ya los sentí y percibí porque estaban en tus letras que junto a las de la bullonera, forman parte de banda musical de mi existir y el de mi familia y el de tantos y tantos… La primera vez que estuve en Aragón, no pude dejar de parar y caminar en el puente Fraga… ese que no tiene nada que ver con ese exministro del régimen de franco… que atravesaban todos los que abandonaban su tierra… nuestro puente fraga, el de mis padres y el de tantos fue el atlántico… y me traje una prenda… un sencillo jarrón que lleva conmigo al menos 20 años…y me lo tropiezo día tras día haciendo que el pensamiento vuele al lugar…porque la voz del poeta y cantautor… y también del maestro, aunque yo no tuve la suerte de poder estar en sus clases era para mi un gran maestro de hombres… como tantos que me he tropezado en el devenir de mi vida…
Justamente, siempre dije…que si me dieran a elegir, creo que destinaría mis últimos días, si la vida no me cuesta, a Aragón, y en concreto a Huesca… cerca de Loarre, y de la cercana leyenda de las abuelas del agua… cerca de los mágicos parajes que tanto admiré… y veo que decías lo mismo del Hierro y de su calma… espero poder cumplirlo en su momento y de seguro estarás presente porque siempre lo estas en todo Aragón…
Porque en definitiva, siempre pensé y comprobé posteriormente que había un componente histórico real, de parecido entre las gentes del Hierro y los Aragoneses… fundamentalmente ese componente denominado socarronería… y tantas palabras que los maños utilizan se entremezclan con ciertos sonidos del habla del lugar … de chuflaina a chaflameja no va mucha distancia…ni contenido… sin ninguna investigación por mi parte en esto último, sin profundizar en la visión de los estudiosos, hablo sólo de la percepción, que para el caso me basta… pero consciente, de que es sólo eso… y algo más …
Me alegra mucho que te hayas sentido feliz, que estabas conforme con lo que te había tocado… son palabras sencillas y muy elocuentes… de alguien que supo pasar por la vida de la mejor manera posible… apostando por la cultura a nivel de pueblo, recorriendo y conociendo a sus gentes, participando desde distintos frentes en la lucha por la libertad y en la consecución de mejoras hasta en el parlamento… profesor querido y admirado… un hombre noble y consecuente hasta en los últimos momentos y que nos dejó un legado impagable en su obra escrita… en sus múltiples discos y canciones… en sus inolvidable intervenciones en el congreso de los diputados… y en esa extraordinarias serie de televisión que hizo que tantos nos diéramos cuenta de que hermoso y país era este… y de sus gentes… y de sus imprescindibles visiones entre el reportero y el docente que nos hacía vibrar y nos hace aún en cada capítulo…
Que más te puedo decir, yo y muchos… sólo decir Labordeta ya vale un tesoro.
Poca agua queda en la estanca
Aún menos en el pantano,
Menos mal que ya septiembre
Se asoma para regarlo…
COMO DIRÍA ALÍ PRIMERA: ¡Dios salve viejo golpero la belleza de tu canto!...
¡Si Dios pregunta por mí, decidle que no existo!-tu respondiste…
Ramón Francisco González Hernández - Formador
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